Una de las principales problemáticas de las empresas familiares es
la falta de una estructura formal que clarifique los puestos del personal
incluidos los miembros familiares que participen en la gestión.
En
un inicio una organización no compleja requiere de pocos individuos para su funcionamiento,
el control de la propiedad se concentra naturalmente en el fundador. Pero con
el tiempo, el crecimiento de la organización hace más complejo su control y la
función del fundador es insuficiente.
Es
necesario delegar las funciones
gerenciales, de control y toma de decisiones en otros individuos; de manera que
la organización adquiera un trato más formal y ordenado que eficiente su
desempeño. Para ello es necesario establecer los canales de comunicación e
información, establecer los procesos y actividades claves del negocio, definir
puestos y determinar las responsabilidades.
La estructura organizacional es la coordinación entre las
distintas actividades de una organización para lograr los objetivos que busca
la empresa. El tipo de estructura que adopte la empresa familiar
dependerá de las necesidades del negocio además de las estrategias establecidas. Existe una relación directa entre la
estrategia y la estructura, dicha relación deberá estar fundamentada en los
valores, experiencia y cultura del fundador, elementos que definen la esencia
de la empresa familiar y su adecuada adaptación en la organización es un factor
clave de éxito.
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